Chris es un cerdito que nació con una deformación en sus patas traseras y que fue llevado por sus dueños al veterinario para ser sacrificado cuando era apenas un bebé.
Por suerte y para fortuna de Chris, el veterinario decidió adoptarlo y llevarlo a su casa, y con la ayuda de los juguetes de sus hijos le construyó una silla de ruedas a su medida para que se pudiera movilizar.
La historia de Chris ha dado la vuelta al mundo, pues le deja un gran mensaje a todos ya que no importa que pequeño, indefenso o débil te sientas; si este cerdito pudo salir adelante, tú también.