La mayoría de pasajeros eran estudiantes de bachillerato que realizaban un viaje escolar.
Casi 300 personas, la mayoría estudiantes de bachillerato, permanecen desaparecidas tras naufragar hoy en Corea del Sur un barco de pasajeros en la que puede ser una de las mayores tragedias humanas de la historia del país asiático.
El Gobierno surcoreano ha confirmado que tres pasajeros han muerto y 292 siguen desaparecidos, según las últimas cifras oficiales, mientras los equipos de rescate continúan sus labores tras conseguir evacuar a 164 personas -78 de ellas estudiantes-.
El buque Sewol se hundió unas dos horas después de sufrir, a las 9.00 hora local (0.00 GMT), una aparente colisión a unos 20 kilómetros de la isla suroccidental de Byeongpyung.
Llevaba 459 pasajeros a bordo, de los que 325 eran estudiantes de bachillerato que realizaban un viaje escolar.
Según la cadena YTN, que citó a testigos, las autoridades del barco recomendaron a los pasajeros permanecer en sus asientos durante los primeros 60 minutos, lo que podría haberles privado de un tiempo crucial para ponerse a salvo en las dos horas que duró el naufragio.
De confirmarse los pronósticos más pesimistas sobre este suceso que mantiene en vilo a Corea del Sur, se trataría de su peor accidente naval de las últimas décadas, con una gravedad similar al ocurrido en octubre de 1993 en la costa oeste, con 292 fallecidos.
La tragedia es aún más desafortunada teniendo en cuenta la juventud de la mayoría de los desaparecidos en un país que lloró la muerte de 10 jóvenes universitarios el pasado febrero en el derrumbe de un polideportivo.
Todos los adolescentes que viajaban en el barco pertenecen a un instituto de bachillerato de la localidad de Ansan, en la periferia de Seúl, y partían desde el puerto nororiental de Incheon rumbo a la turística isla de Jeju, al sur del país.
En cuanto a las causas del hundimiento, se cree que el Sewol colisionó con algún obstáculo que rompió su casco y abrió una entrada de agua, según relatos de supervivientes que aseguraron haber oído un fuerte estruendo. EFE