Sunfire no lo tiene realmente fácil, necesita un buen plan que convenza a los inversores
Desde el milagro de la multiplicación de los panes y los peces este podría el siguiente hecho más destacado. Ya, tal vez hayamos exagerado un poco, pero ha supuesto muchos años de investigación y trabajo. ¿Imaginas transformar el agua en gasolina? Podría ser posible. Además, los coches eléctricos todavía necesitarán un tiempo para que puedan llegar a reemplazar a los coches actuales que la mayoría utilizamos.
La compañía alemana Sunfire GmbH podría haber encontrado la solución para convertir el agua (H2O) y el dióxido de carbono (CO2) dando lugar a un hidrocarburo como puede ser el diesel, sintético, eso sí, ya que ha sido obtenido por síntesis química (proceso de obtención de un compuesto a partir de sustancias más sencillas). También habrían sido capaces de obtener otros tipos de combustible como son el queroseno y la gasolina.
Para ser capaces de conseguir semejante logro habrían usado, de una parte, el proceso Fischer-Tropsch (proceso que data del 1925) y también las células electrolizadoras de sólidos. El primer proceso se genera una reacción química que lleva a cabo la transformación que ya hemos mencionado. El segundo se emplea para convertir la electricidad (de fuentes renovables, como puede ser el sol o el viento) en vapor. Finalmente, el oxígeno se elimina del vapor para producir hidrógeno.
Por el momento, el sistema es capaz de ejecutarse con un 50 % de eficiencia. No obstante, existen posibilidades de conseguir llegar al 70 % de eficiencia. Si lo comparamos con los valores actuales de eficiencia, son muy similares a los de los motores diesel modernos. Sin embargo, los motores de gasolina ofrecen una eficiencia del 14-30 %.
Pero Sunfire no lo tiene realmente fácil. Es necesaria una regulación para establecer una forma planificada que a los inversores les ofrezca seguridad.