Los blancos ganaron 3-1 al Español con un gol de Bale y un doblete de Morata. Benzema se retiró lesionado por un problema muscular.
El único aliciente del intrascendente partido entre Real Madrid y Espanyol era Cristiano Ronaldo; su lucha para hacerse con la Bota de Oro, para dejar atrás a Luis Suarez (llevan los mismos goles y los mismos puntos, 62). Era el aliciente y el antídoto perfecto contra una tarde de bostezos. Pues el portugués, que según Carlo Ancelotti estaba recuperado y este sábado iba a ser titular, ni siquiera pudo terminar el calentamiento. Se retiró con gesto serio a los vestuarios y ni siquiera se sentó en el banquillo. Todo esto a una semana de la final de Lisboa.