A casi todo el mundo le gusta la pizza, pero en la mayoría de los casos, las preparaciones comerciales vienen cargadas de grasas y calorías excesivas. Las cadenas de comida rápida elaboran sus pizzas con un alto contenido de grasas y azúcares, y adicionan condimentos y acompañantes que aumentan las calorías significativamente.
La buena noticia es que existen maneras de hacer una pizza saludable y reducida en calorías, sin perjudicar el sabor. Lo importante es prepararla uno mismo y elegir los ingredientes adecuados.
La buena noticia es que existen maneras de hacer una pizza saludable y reducida en calorías, sin perjudicar el sabor. Lo importante es prepararla uno mismo y elegir los ingredientes adecuados.
A continuación algunos consejos para que puedas disfrutar de una pizza saludable, incluso cuando estás siguiendo un régimen para bajar de peso:
1. La base: si quieres preparar tu propia masa, lo ideal es que utilices harina integral, levadura, agua, sal y aceite de oliva. Pero si prefieres ser más práctico, puedes optar por hacer pizzas individuales y utilizar pan pita integral, tortillas de maíz integrales o incluso, pan de molde integral.
2. El queso: lo más recomendable es utilizar un queso bajo en grasas como el mozarella (que generalmente es el que más se usa en las pizzas), y de preferencia elegir el light. No se debe abusar de la cantidad de queso, y se puede utilizar rallado o en tajadas. Si preparas una pizza individual en un pan pita o en una tortilla de maíz, puedes colocar una o dos tajadas de queso. También puedes utilizar queso fresco light, aunque este no tiene la propiedad de derretirse tanto como el mozarella. Debes evitar los quesos grasosos como el cheddar, el queso azul, el parmesano, entre otros.
3. Los ingredientes extra: esto depende de los gustos de cada uno. Puedes decidir hacer una pizza vegetariana y añadir aceitunas, pimientos, cebolla, champiñones, espárragos, etc. Si te provoca algo cárnico, puedes elegir entre pollo deshilachado, jamón de pavo, atún o anchovetas. El salame, el pepperoni, el tocino o la jamonada son los ingredientes que no deben estar incluidos.
Lo que deberás hacer para preparar tu pizza es verter sobre la masa (o sobre el pan) un poco de salsa de tomate y esparcirla. Luego, agregar el queso, que puede ser en tajadas o rallado. Después, añadir los ingredientes que te provoquen (un tipo de ingrediente cárnico y varios tipos de vegetales). Por último, llevar tu pizza al horno por unos minutos y retirarla cuando la masa esté dorada y el queso esté derretido.
La cantidad de consumo recomendada es de uno a dos panes (de molde), pero puede variar para cada persona, y depende básicamente de su edad, de su talla, de su actividad física, etc. Además, se debe tener en cuenta que no por ser una preparación reducida en grasas se puede consumir en grandes cantidades, pues de lo contrario te sobrepasarás con las calorías.
Como te podrás dar cuenta, hacer una preparación saludable es solo cuestión de ingenio. No hay razón para resistirse a algo que nos provoque. Con algunos cambios y un poco de creatividad podemos darnos el gusto y cuidar nuestra salud.