La ciudad rusa de Sochi despidió a los competidores que pasaron a la gloria dentro de los Juegos Olímpicos de Invierno 2014, para que se escriba una nueva página del olimpismo en Pyeongchang, Corea del Sur, en 2018.
Thomas Bach, presidente del COI, y el alcalde de esta ciudad rusa, Anatoly Pajomov, fueron los encargados de dar la estafeta a la ciudad sudcoreana de Pyeongchang, que en 2018 albergará la justa invernal, no sin antes dejar en claro que su cultura y tradición maravillará en la próxima edición.
Bjoergen, de 33 años de edad, se convirtió en mito. Asimismo, se premió al cross country varonil a 50 kilómetros, en la que Rusia acaparó el podio, y al igual que las noruegas, recibieron el reconocimiento del estadio que explotó en júbilo.
Luego, Rusia volvió a cautivar con su vasta literatura, su cultura circense y, desde luego, con la ceremonia protocolaria de cambio de estafeta de Sochi a Pyeongchang, que con el Himno Nacional de Corea del Sur dio una pequeña muestra de lo que será la fiesta deportiva en cuatro años.
“Pyeongchang te espera”, rezó el lema de los coreanos, entre los acordes de un gaya-go, instrumento musical de 12 cuerdas.