Por una buena respiración

Cada vez existen más personas que tienen problemas para dormir bien. Para muchos el sueño profundo y reparador que experimentamos de pequeños solo es un recuerdo lejano, sin embargo existe una manera muy sencilla que los monjes taoístas inventaron hace miles de años para dormir bien sin necesidad de un entrenamiento duro o de habilidades específicas.El sueño profundo es vital para nuestros cuerpos, para revertir los efectos del envejecimiento, para repararse y para llevar a cabo el trabajo más importante para su vitalidad y salud: la regeneración. Si el sueño es tan importante, cabe preguntarse cómo, al envejecer, llegamos a perder esta preciosa habilidad que teníamos de niños y por qué muchos de nosotros deben tomar pastillas para dormir. Varios expertos de salud pueden ofrecer múltiples explicaciones para la falta de buen sueño. 

Afirmarían que es normal perder la habilidad de dormir como niños porque nos hacemos adultos y ya no necesitamos dormir como pequeños. En realidad, en lo profundo de nosotros, todos creemos que debe ser posible vivir y envejecer manteniendo la maravillosa capacidad de sueño de los niños. Los taoístas creen que muchos problemas son causados por el exceso de identificación con nuestras mentes o los aspectos mentales de nuestra existencia. Todas las tradiciones espirituales enfatizan la importancia de la meditación y de calmar la mente. El porqué es bastante claro: cuando por ejemplo meditamos, tenemos la posibilidad de ir más allá de nuestra mente para conectar con nuestra parte espiritual, nuestra conciencia, con nuestra verdadera identidad. Para muchas personas estos son conceptos bonitos pero que no despiertan suficiente interés para cultivarlos.

Sin embargo, los taoístas animarían abiertamente a estas personas a seguir cultivando sus aspectos materiales, pero también a dedicar un igual tiempo para desarrollar sus aspectos espirituales. Los niños viven mucho más en contacto con sus cuerpos, sentimientos y espíritu, hasta que los adultos “sabios” les enseñamos a olvidarse de todo esto. Necesitamos volver a estar profundamente en contacto con nuestro espíritu, alegría y vitalidad para vivir más en el presente. Una manera muy poderosa de reconectar con nuestro espíritu y conciencia es volver a entrar en contacto con una de nuestras partes más profundas, el lugar donde nuevas células se crean: la médula ósea. Nunca pensamos de verdad en nuestros maravillosos huesos, a menos que nos rompamos uno. Los huesos nos proporcionan la estructura de soporte para vivir. Si tenemos una postura correcta y conectamos con nuestros huesos, nuestra mente se tranquiliza naturalmente. No hace falta que creas en mis palabras, sino simplemente puedes probar el ejercicio taoísta de Respiración de los Huesos y verás cómo tu sueño mejorará impresionantemente. Y ¡no te sorprendas si te duermes!

José Pérez Albela.

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