Si estás tratando de crear la ciudad perfecta del siglo XXI, ayuda empezar desde cero. Incluso si tienes que hacerlo en una franja sofocante de arena.
Eso es esencialmente lo que el gobierno de Qatar y sus promotores están intentando hacer con Lusail, una ambiciosa ciudad de 45.062 metros cuadrados en la zona costera a lo largo del Golfo Pérsico. La ciudad compacta, que se encuentra actualmente en construcción, contará con un distrito comercial, una laguna, cuatro islas, dos puertos deportivos, un lujoso centro comercial, un hospital, un zoológico, dos campos de golf y viviendas para unas 250.000 personas.
También incluye un estadio de fútbol con capacidad para 86.000 personas, rodeado por un foso; éste será la sede de la final de la Copa del Mundo de la FIFA 2022.
Los residentes y los visitantes se trasladarán de un lado a otro por medio de una red de tren ligero, un sistema de taxis acuáticos y una red de túneles subterráneos para peatones. Y todos los sistemas de energía, comunicaciones y transporte serán dirigidos con la ayuda de computadoras ubicadas en un centro de control único, lo que convertirá a Lusail en una ciudad "inteligente" que podrá adaptarse automáticamente al cambiante tráfico y a las condiciones climáticas.
"Es una gran oportunidad para construir una visión del futuro", dijo Barry Hughes, vicepresidente senior de HOK, la firma de arquitectura mundial que diseñó el centro comercial Marina Mall de Lusail.
Financiada por el gobierno qatarí rico en petróleo, Lusail puede ofrecer soluciones innovadoras a los problemas de las ciudades, ya que su construcción se está llevando a cabo desde cero. Por ejemplo, las líneas de gas, electricidad y agua están siendo diseñadas como una red de túneles subterráneos, lo que permite que los trabajos de mantenimiento de dichas líneas no afecten los edificios, las carreteras y la gente en la superficie.
La ciudad estará equipada con una red de cámaras de vigilancia, y será monitoreada las 24 horas, para mantener las calles seguras.
Los edificios serán enfriados por medio de energía solar y el agua fría se bombeará a través de una inmensa red de tuberías; los desarrolladores de la ciudad afirman que esto es más barato y más eficiente que el aire acondicionado. Los desechos humanos no serán eliminados por medio de alcantarillas, sino a través de una red más eficiente de tubos neumáticos o de succión, parecidos a los de las ventanillas de autoservicio de los bancos.
Unos 20.000 trabajadores, una pequeña ciudad en sí, están construyendo la ciudad de Lusail a un costo aproximado de 45 millones de dólares. Los desarrolladores esperan terminar la ciudad antes de 2019, tres años antes de lo programado para que Qatar sea el primer país árabe en organizar la Copa del Mundo.
Pero todas las características geniales de la ciudad perderán un poco de su brillo si el gran torneo del fútbol mundial se traslada a otro lugar. Algunos activistas han presionado a la FIFA, organismo rector internacional de fútbol, para que reconsideren a Qatar por diferentes razones: acusaciones de soborno, que el país condena a los homosexuales y el calor abrasador del verano, el cual puede alcanzar los 120 grados Fahrenheit.
También ha habido acusaciones de que Qatar ha hecho uso de trabajo forzado, principalmente trabajadores inmigrantes de Nepal, para construir la infraestructura de Lusail. Un informe presentado el año pasado por The Guardian, un periódico del Reino Unido, dijo que al menos 44 trabajadores de la construcción habían muerto por ataques al corazón y otras dolencias en un período de dos meses en el 2013 en medio de condiciones extenuantes.
La compañía operada por el gobierno, Lusail Real Estate Development Company, la cual está encabezando las construcciones de la ciudad, ha dicho que "están sumamente preocupados" por las acusaciones sobre el trabajo forzado. En una declaración en su sitio web, la compañía agrega que está investigando las acusaciones, las cuales involucra a uno de sus subcontratistas.
"La ciudad de Lusail no tolerará ninguna violación a las leyes de trabajo o salud y seguridad", indicó la compañía en su declaración, publicada en respuesta al artículo de The Guardian. Se rehusó a responder a las solicitudes que CNN hizo en busca de comentarios.
En respuesta a las críticas, en mayo, Qatar anunció reformas en sus leyes laborales, las cuales habían tenido atados a los trabajadores a un solo empleador, y los dejaron abiertos a la explotación. Esto pareció satisfacer al presidente de la FIFA, Sepp Blatter, quien dijo que los cambios eran "un paso importante en la dirección correcta".
En relación al excesivo calor, Qatar dice que sus estadios tendrán sistemas avanzados de enfriamiento al aire libre que mantendrán cómodos a los jugadores de la Copa Mundial y a los aficionados.
Mientras tanto, Lusail continúa emergiendo lentamente en el desierto de Qatar.
Cuatro torres comerciales asegurarán el horizonte de la ciudad, con más de 75 pisos cada una. Estas estarán rodeadas por hoteles cinco estrellas, un distrito de entretenimiento y el Marina Mall, un palacio de ventas al por menor que mide más de 182.880 metros cuadrados.
La inauguración del centro comercial está programada para 2017; se trata de un grupo de cinco cápsulas interconectadas, con forma de rocas gigantes y con techos blancos en voladizo para repeler el calor. Los arquitectos buscan que el espacio evoque a los cañones del desierto. Un canal pasa en medio del centro comercial, y hay cataratas en distintos puntos.
El alcance y el diseño del centro comercial hacen eco de la gran visión futurista de la misma Lusail.
"Es un plan ambicioso y optimista", dijo Daniel Hajjar, el vice presidente senior de la oficina de HOK en Dubái.
Es un plan que ha ayudado a que Qatar sea el anfitrión de la Copa del Mundo. Pero Hajjar dijo que la construcción de Lusail se completará aun si la FIFA cambia de opinión y encuentra a un nuevo anfitrión para el evento.
"Qatar tiene un camino... que está siguiendo", dijo. "Esto no afectará su decisión de seguir adelante y concluir la construcción".