Pese a la derrota que le impidió al Atlético de Madrid conseguir su primera Liga de Campeones, el técnico del club "colchonero", Diego Simeone, dijo estar orgullo de lo mostrado por sus jugadores en la final ante Real Madrid.
"Hay dolor por la derrota pero este partido no merece una lágrima. Cuando uno da la vida, no hay nada para decir", sostuvo el entrenador argentino, quien señaló que es momento de descansar para luego regresar a trabajar.
"Esta fue una gran temporada. Hemos competido contra poderosos desde lo económico y nosotros, con nuestra humildad, hemos llegado hasta este lugar", indicó tras reconocer que su rival fue mejor en la segunda parte del partido.
"El fútbol se juega hasta que el árbitro pita el final del partido. Vale lo mismo mi gol a los cinco minutos que otro en el minuto 98", añadió.
Atlético de Madrid vencía al Real hasta el minuto de juego 93, cuando un cabezazo de Sergio Ramos puso la paridad. Ya en el tiempo suplementario los merengues impusieron condiciones y ganaron 4-1.