Ya ha pasado más de un mes desde que Venezuela ingresó en una crisis política marcada por una ola de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La crisis, que ha dejado hasta el momento un saldo de 28 muertos, cientos de heridos y más de 1.300 detenidos, no da señales de aminorar.
Por más de un mes, manifestantes han tomado las calles de Caracas y otras ciudades del país para protestar contra los elevados niveles de violencia, el desabastecimiento de alimentos básicos como pan, leche, azúcar y mantequilla.
Sin embargo, miles de seguidores del oficialismo y del expresidente Hugo Chávez también han tomado las calles para expresarle su apoyo al gobierno. De hecho, en medio de la convulsión política, el ministro de Turismo, Andrés Izarra, dijo que ve "un intento de desestabilizar el país en el que se ven claramente las manos de Estados Unidos".
