Las protestas en Venezuela volvió a tornarse violento hoy con dos nuevas muertes que el Gobierno achaca a grupos fascistas, mientras la oposición responsabilizó al oficialismo de atizar la violencia por llamar a sus seguidores a apagar "candelitas" o barricadas.
Las dos personas que perdieron la vida en la jornada de hoy son, de acuerdo con la Fiscalía, un efectivo de la Guardia Nacional (policía militar) y un civil "mototaxista" que recibieron impactos de balas en una zona del este de Caracas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó las nuevas muertes y señaló que el guardia nacional recibió un disparo mientras "ponía orden" en la zona, mientras que el "mototaxista" recibió un tiro desde un edificio cuando limpiaba la calle de barricadas o "guarimbas" para "garantizar su trabajo".
"Va haber justicia (...) eso no es ningún movimiento estudiantil, esos grupos de guarimberos son unos vándalos, que odian al pueblo, tengo que decirlo, porque yo tengo que llamar a la paz", señaló Maduro en un acto de entrega de viviendas.
"Al pueblo le pido que no nos desviemos, que vayamos por el rumbo de la paz, lo dije y lo repito, candelita que se prenda, candelita que se apaga y así debe ser, en paz", dijo Maduro al reiterar lo que dijo ayer cuando llamó a grupos del chavismo a apagar "candelitas" y hacer valer así "la orden del comandante Hugo Chávez".
"¿Qué quiere esta gente con esa violencia? Yo hago un llamado, ¿dónde están los dirigentes políticos de la oposición? ¿Donde está el gobernador de Miranda (Henrique Capriles) que lo estamos llamando y no contesta el teléfono, será que está en Nueva York", dijo.
Capriles se pronunció sobre el tema en un acto que encabezó en un poblado del céntrico estado Miranda en el que consideró que las palabras de Maduro fueron una "declaración irresponsable".
"Qué declaración tan irresponsable de quien ocupa la Presidencia", dijo Capriles tras condenar que "Nicolás" dijera ayer a seguidores del Gobierno, a "unos grupos paramilitares", que salgan y "resuelvan los protestas en las calles".
Más tarde, el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó a su vez las declaraciones de Capriles y las calificó de ser "una irresponsabilidad impresionante".