Se llama Joanna. Tiene 26 años, y este que vemos es su nuevo rostro, al que tendrá que acostumbrarse tras ser sometida, la pasada semana, a una operación de trasplante de cara.
La operación fue realizada en el Instituto Oncológico de Gliwice, en Polonia. El rostro de la mujer había quedado completamente desfigurado debido a una serie de tumores que le impedían comer, beber, e incluso respirar con normalidad. La paciente padecía una neurofibromatosis y ahora se recupera tras la intervención, que duró 23 horas.
Los médicos le retiraron el tejido afectado, con gran cantidad de tumores benignos, para implantarle el nuevo rostro. Las posibilidades de que se reproduzca la neurofibromatosis son prácticamente nulas, ya que los médicos reemplazaron el 80 por ciento de la piel de toda su cabeza. Anteriormente ya se le habían practicado otras 35 operaciones de cirugía plástica.
El caso de Joanna es el segundo trasplante de cara exitoso realizado en el instituto oncológico polaco, donde en mayo pasado se operó a un hombre de 33 años que había quedado desfigurado por un accidente de trabajo.