El accidente se cobró la vida de dos personas y ocho resultaron heridas al descarrilar el convoy a causa del impacto en una zona de difícil acceso.
Dos personas murieron ayer y ocho resultaron heridas, una de ellas de gravedad, después de que un tren de montaña descarrilara en los Alpes franceses tras chocar con una gran roca que se desprendió de la montaña. El siniestro ocurrió en torno a las 11.00 horas, cuando parte del convoy -en el que viajaban 34 personas- se despeñó cuando cubría un trayecto entre Niza y Digne-les-Bains, en una zona nevada y afectada en los últimos días por el grave temporal que azota Francia. Uno de los vagones quedó suspendido sobre una ladera mientras que el segundo y último quedaron parcialmente tendidos sobre las vías.
Los equipos de emergencia informaron de que una pasajera tuvo que ser rescatada de entre los restos del vehículo, al tiempo que señalaron que no se teme por la vida del herido grave. Un gran número de medios de rescate, incluidos dos helicópteros y una veintena de bomberos fueron movilizados de inmediato a la zona para responder a la emergencia y proceder a la evacuación de las víctimas.
De acuerdo con los primeros informes, los fallecidos son una turista rusa de 48 años y una ciudadana francesa de 81 años. Ambas viajaban en el vagón delantero del convoy que, según los investigadores, iba a 30 kilómetros por hora en el momento del accidente. El tren cubre una distancia de medio centenar de kilómetros en más de tres horas por escarpadas laderas, por lo que en ningún momento puede alcanzar altas velocidades.
«Cuando pasaba el convoy hubo un desprendimiento sobre la vía, lo que provocó su descarrilamiento», explicó el vicepresidente del consejo de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Jean-Yves Petit. Las autoridades señalaron que la roca que se desprendió de la montaña era del tamaño de un coche y rodó hasta golpear al tren, que en ese instante pasaba por el lugar. A pesar de la gravedad de lo ocurrido, la mayoría de los pasajeros pudieron abandonar el vehículo por sus propios medios.
Aunque las causas del suceso todavía están siendo investigadas, se apunta a que el temporal que sacude la región en los últimos días pueda estar en el origen del desprendimiento de la gran roca.