Hoy existe una ilusión por la llegada a la selección del argentino Marcelo Bielsa, un técnico cuya idea de fútbol es muy alejada a la manera peruana.
Hay una anécdota muy conocida sobre Marcelo Bielsa y el Perú. Cuando a puertas de las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos 1994, Francisco Lombardi fue a buscar al argentino, este le pidió que nombre a once futbolistas blanquirrojos de nivel internacional. El dirigente y cineasta mencionó a José del Solar y a Percy Olivares, nuestros dos "legionarios"'de la época. El interés del 'Loco' quedó ahí.
Veinte años después, tras seis procesos fallidos, tornados nuevamente los ojos en busca de un salvador y vemos a Marcelo Bielsa. Ahora tenemos más jugadores de nivel internacional, sí, pero no mucho ha cambiado a nivel de selección. La gran pregunta no es si el 'Loco' aceptará una hipotética oferta de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), sino si aceptaremos nosotros el trabajo del excéntrico argentino.
De qué hablamos cuando hablamos de bielsismo
"Para ser tomado en cuenta tendría que tener acento argentino o ser bielsista", dijo hace poco Javier Arce, atribulado técnico peruano que salvó del descenso con las justas a Unión Comercio. Razón no le falta. La influencia y el prestigio de Marcelo Bielsa es palpable en el fútbol internacional, con las tres "P" que siempre ha profesado: posesión, presión y penetración (vertical). Va mucho más allá de formar con el famoso 3-3-1-3 o de poner a un volante central en la zaga.